Carboxiterapia
En la actualidad, la carboxiterapia es una de las mejores terapias para combatir la celulitis, el exceso de grasa en el cuerpo, la flacidez y el envejecimiento corporal y facial.
Es un método no quirúrgico que consiste en el uso terapéutico del gas dióxido de carbono (CO2) por vía subcutánea.
El origen de esta terapia se encuentra en la estación de aguas termales de Royat, en Francia, específicamente en la década de los 50, cuando un grupo de cardiólogos aplicó la terapia a pacientes que padecían diferentes enfermedades relacionadas con la mala circulación sanguínea y la acumulación de grasas.

El CO2 actúa en la zona afectada y se elimina muy rápidamente.
La forma en la que se realiza la carboxiterapia es a través de un equipo especialmente preparado, el cual permite regular la velocidad del flujo, el tiempo de inyección y monitorizar el porcentaje de dosis administrada.
¿Cómo se suministra?
El CO2 se infiltra por vía subcutánea con una aguja esterilizada similar a la que se usa para aplicar insulina, conectada a una cánula muy delgada, la que a su vez se enchufa en un equipo especialmente preparado para este fin.
El aparato permite regular la velocidad del flujo de CO2 (contenido en un tanque de oxígeno), tiempo de inyección y monitorizar el porcentaje de dosis administrada.
La corboxiterapia no representa toxicidad sistémica ni efectos secundarios, salvo un ligero y fugaz dolor en la zona de aplicación.
Lo ideal es poder efectuar de dos a tres sesiones por semana, en total 10/15 sesiones corporales, pero adaptándonos a la vida cotidiana se realiza, aprox. una sesión a la semana con efectos valorables a partir de la 3ª-4ª sesión.
¿Cómo actúa?
Al penetrar el CO2 en forma de gas produce una hiperdistensión del tejido subcutáneo liberando bradiquina, serotonina, histamina y catecolaminas que estimulan a los receptores beta adrenérgicos produciendo lipólisis (destrucción de las células grasas).
Desde el sitio de la inyección el CO2 se difunde fácilmente hacia los tejidos adyacentes, ejerciendo su función. Su introducción bajo la piel se completa con un movimiento de masaje manual que ayuda a distribuir el anhídrido carbónico y a hacerlo circular. El CO2, al entrar en contacto con la grasa se difunde y, parte de él, va a los glóbulos rojos. Al ponerse en contacto con la hemoglobina, éste cede el oxígeno a los tejidos. Ese oxígeno permite ser usado para reacciones metabólicas y además produce una estimulación de la combustión de grasas.
Los primeros resultados se observan de inmediato, la calidad del tejido mejora, la piel se vuelve más lisa y las zonas afectadas se vuelven más delgadas. Tratando de manera eficaz el problema de la celulitis, mejorando, además, la circulación sanguínea.
Este gas ayuda a mejorar el intercambio intracelular y la nutrición celular en personas con celulitis.
Indicaciones
- Celulitis
- Obesidad localizada (ayuda a reducir medidas)
- Flacidez
- Estrías
- Micro varices
- Pre y post lipoescultura (mejora los resultados evitando fibrosis)